07/10/2022 por Medirval 0 Comentarios
Osteomielitis, síntomas y tratamiento
La osteomielitis es una infección ósea originada por la propagación de bacterias u otros microorganismos durante una operación quirúrgica o por la exposición del hueso debido a una fractura o herida abierta.
Esta enfermedad es más frecuente en niños y en personas de edad avanzada con problemas médicos graves. También es más frecuente en personas con una prótesis articular, ya que hay mayor riesgo de trasladar microorganismos hasta la zona del hueso durante la cirugía.
Existen tres tipos de osteomielitis:
- Osteomielitis aguda: se produce por la exposición del hueso debido a un traumatismo o por la propagación de la infección desde otra estructura cercana al hueso a través de la sangre. En los niños afecta mayormente a los huesos largos de los brazos o las piernas (osteomielitis hematógena).
- Osteomielitis vertebral: este tipo de infección en las vértebras es más infrecuente y afecta principalmente a personas que han sido operadas de columna vertebral.
- Osteomielitis crónica: suele pasar inadvertida, causando infecciones recurrentes en los tejidos blandos, dolor óseo y supuración a través de la piel. Principalmente, la sufren personas con diabetes.
Síntomas de la osteomielitis
Los síntomas más comunes en personas con osteomielitis son:
- Dolor en la parte del hueso afectado.
- Fiebre alta, sudoración abundante y escalofríos.
- Pérdida de peso y cansancio.
- Dolor, enrojecimiento y/o hinchazón en el área sobre el hueso.
- Abscesos en los tejidos circundantes.
¿Cuál es el tratamiento para la osteomielitis?
Para dar con el mejor tratamiento, primero hay que hacer un buen diagnóstico. Primero se realiza al paciente un examen físico, un análisis de sangre y las pruebas de imagen necesarias (radiografías, resonancias magnéticas, gammagrafía ósea o gammagrafía con glóbulos blancos). Posteriormente, se toman y analizan muestras de pus, líquido sinovial o hueso para obtener datos precisos sobre el tipo de infección y de germen que está afectando al hueso.
Para combatir la osteomielitis, el tratamiento más indicado es el uso de antibióticos o antifúngicos que se administran por vía intravenosa durante unas semanas. Generalmente, si la enfermedad se diagnostica a tiempo y el tratamiento se realiza temprano, los pacientes suelen recuperarse pronto y sin complicaciones. Aunque, cuando en enfermedad es crónica, la osteomielitis es grave, ya que pasa inadvertida y hay que tener otros factores de riesgo como reaparición de la infección ósea incluso años más tarde.
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