14/08/2020 por Medirval 0 Comentarios
¿QUÉ TIPO DE PIE TENGO PRONADOR O SUPINADOR?
Ya seas deportista regular, esporádico o anecdótico, una de las cuestiones más intrigantes a la hora de comprar el material adecuado para realizar deporte con seguridad es conocer el tipo de pisada que tenemos; el tipo de pie, dicho comúnmente. El cual se divide en dos tipos: pronador o supinador.
PIE SUPINADOR: CARACTERÍSTICAS Y RIESGOS
Una pisada supinadora supone la rotación externa del pie al caminar o correr. Es decir, apoyar el pie con la parte exterior del talón, seguir pisando con esa zona y realizar el impulso con los tres últimos dedos.
Esta pisada poco frecuente (menos del 10% de la población es supinador) puede derivar en lesiones moderadas o graves según la exageración del movimiento. Si te sitúas dentro de este grupo, lo recomendable es establecer soluciones a corto, medio y largo plazo. Y todas bajo la supervisión de un especialista, claro.
Durante la pisada supinadora la mayor parte del peso del cuerpo se focaliza en el exterior del pie. Una tensión que ni es recomendable a la hora de realizar deporte ni en nuestro día a día. Normalmente esta condición viene dada por empeines altos, fallos neuromusculares o falta de musculatura en la zona baja de la pierna, generando problemas severos en los pies.
PIE PRONADOR: CARACTERÍSTICAS Y RIESGOS
Una pisada pronadora, en cambio, supone la rotación interna del pie al caminar o correr. Es decir, apoyar el pie con la parte interior del talón, pisar con la zona del arco y realizar el impulso con el dedo gordo y su correlativo.
Esta pisada alcanza más extendida en la población también puede ocasionar derivar en lesiones graves si no se corrige a tiempo. Problemas posturales, dolores en las rodillas, la cadera e incluso en la columna vertebral. Como seguimos señalando, controlar este hábito inconsciente de la mano de un especialista es esencial.
¿Cómo se realiza la pisada pronadora? Durante la pisada pronadora la mayor parte del peso del cuerpo se focaliza en el interior del pie, provocando que toda la tensión vaya dirigida al dedo gordo y la cara interna del talón. Un sobreesfuerzo que desemboca en el desgaste acelerado de nuestras articulaciones: factor de riesgo de periostitis.
Los famosos pies planos corresponden a una sobrepronación en busca de la estabilidad, una patología agresiva con nuestras articulaciones que puede paliarse moderadamente utilizando suelas de doble densidad y apoyos para rebajar la pronación exagerada.
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